Hoy os enseñaré como se repara la avería que provoca que nuestra lavadora no dispense correctamente el suavizante.
Una de las principales causas de este problema y la más común es la acumulación de restos de detergente en el sifón del cajetín del suavizante o incluso en los agujeros por donde cae el agua a este cajetín. Por lo tanto procederemos a sacar el cajetín para poder limpiar estos agujeros. Para ello tiraremos del cajetín hacia afuera, en la mayoría de lavadoras llevan una pequeña pestaña que debemos pulsar para poder sacar el cajetín totalmente, una vez fuera sacaremos la tapa del sifón donde podremos encontrar restos de detergente que impiden el paso del suavizante y que tendremos que limpiar. Después de limpiar el sifón colocaremos nuevamente su tapa ya que sin ella el cajetín se quedaría lleno de agua al finalizar el lavado, a continuación realizaremos una prueba que consiste en llenar de agua el cajetín del suavizante sobrepasando el nivel máximo y ver si cae por su propio peso, hasta vaciarse completamente. Debemos limpiar también los agujeros que se encuentran en la parte superior de la jabonera que es por donde cae el agua al cajetín del suavizante, para ello podemos ayudarnos de un pequeño alambre. Una vez limpios procederemos a colocar el cajetín en su sitio. A continuación os muestro un vídeo con todo el proceso de cómo se repara esta avería.
Existen otros tipos de averías que también provocan que nuestra lavadora no dispense correctamente el suavizante. Dependiendo del modelo y la antigüedad de la lavadora utilizan diferentes métodos para dispensar el suavizante. Las más antiguas, las que aun utilizan un programador mecánico tienen una sola electroválvula y utilizan una pequeña trampilla en el interior de la jabonera para repartir el agua por los diferentes cajetines. Esta trampilla es movida por una varilla que está conectada a una leva en el programador, el programador según avanza hace mover esa leva, que a su vez mueve la trampilla para controlar el paso de agua. La ruptura de cualquiera de estos elementos podría provocar que nuestra lavadora no dispensara el suavizante.
Las lavadoras un poco más modernas ya utilizan una electroválvula por cada compartimiento de la jabonera, es decir, tienen 3 electroválvulas de las cuales una de ellas corresponde al cajetín del suavizante. Cuando estas lavadoras no dispensan el suavizante se debe principalmente a que la electroválvula del compartimiento del suavizante está dañada o no le llega tensión desde la placa electrónica. Al final del vídeo explicaré como comprobar si llega tensión a las electroválvulas o como saber si están dañadas.
Hoy en día en la mayoría de lavadoras nos encontraremos solo con 2 electroválvulas, una para el cajetín del lavado y otra para el cajetín del prelavado. El agua de estas electroválvulas entra en la jabonera por unos conductos cruzados entre si, que al trabajar ambas a la vez consiguen un tercer chorro de agua que es el que va a caer al cajetín del suavizante. Este sistema es el que presenta un mayor número de problemas a la hora de dispensar el suavizante, ya que se necesita una buena presión de agua para que ese tercer chorro llegue al cajetín del suavizante.
Si después de limpiar la jabonera nuestra lavadora continua sin dispensar el suavizante tendremos que comprobar que el grifo de agua esté totalmente abierto y que la manguera no presente ninguna doblez que impida el paso de agua. Debemos revisar también los filtros de entrada de agua, ya que si están obstruidos también impiden el paso de agua. Uno de estos filtros se encuentra en la toma de agua de la lavadora, en donde está conectada la manguera. Recordad que antes de soltar la manguera debemos cerrar el grifo de agua. Como podéis observar el filtro se encuentra sucio, por lo tanto procederemos a sacarlo ayudados de un alicates para poder limpiarlo. Algunos modelos de lavadoras pueden tener otro filtro en el extremo de la manguera que está conectado al grifo. Si este filtro también estuviera sucio lo sacaremos de la boca de la manguera para poder limpiarlo. Una vez limpios los filtros los volveremos a colocar en su lugar.
Otra avería que puede provocar que nuestra lavadora no dispense el suavizante es el mal funcionamiento de las electroválvulas. Por lo tanto, a continuación os muestro como se puede comprobar su funcionamiento. Para poder acceder a ellas será necesario sacar la tapa superior de la lavadora. Os recuerdo que antes de manipular cualquier componente eléctrico se debe desconectar la lavadora de la red eléctrica. Comenzaremos desconectando las conexiones de las electroválvulas. Con la intención de poder realizar las comprobaciones más cómodamente desmontaremos las electroválvulas de la carcasa de la lavadora, que podrían estar sujetas con tornillos o simplemente con una pestaña. En ese caso, ayudados de un destornillador levantaremos la pestaña que se encuentra justo debajo de la boca de agua, empujaremos hacia abajo y al mismo tiempo tiraremos de las electroválvulas hacia el interior de la lavadora para poder sacarlas.
En este caso estoy usando una lavadora con 2 electroválvulas, una para el cajetín del prelavado y otra para el del lavado. Cada electroválvula tiene una bobina, que hace desplazar un vástago con una membrana que abre o cierra el paso de agua. La primera comprobación que debemos realizar es la medición de estas bobinas. Para ello utilizaremos un multímetro en la medición de resistencia, y mediremos cada bobina individualmente. Para realizar esta medición el conector de las electroválvulas debe estar desconectado, una bobina en buen estado debe rondar un valor de 4 kΩ. Si el valor obtenido fuera muy diferente a los 4 kΩ, pudiendo ser mayor o menor, o incluso infinito, la bobina estaría dañada, por lo tanto habría que sustituir las electroválvulas por unas nuevas.
Otra de las comprobaciones a realizar es si llega tensión a las electroválvulas. En este caso debemos extremar las precauciones ya que vamos ha manipular componentes con tensión. Antes de enchufar la lavadora a la red eléctrica debemos conectar el conector de las electroválvula. Ahora pondremos la lavadora en marcha, teniendo en cuenta que si la ponemos en un programa con prelavado llegará solo tensión a la electroválvula del cajetín del prelavado, y si ponemos un programa sin prelavado llegará tensión solo a la electroválvula del lavado. Con un multímetro en la medición de tensión en corriente alterna podremos observar que llega tensión a la electroválvula del cajetín del lavado y a la otra no, ya que en este caso hemos seleccionado un programa sin prelavado. Por el contrario, si elegimos un programa con prelavado llegaría tensión a la electroválvula del cajetín del prelavado, pero no a la del cajetín del lavado. En este tipo de lavadoras cuando el proceso de lavado llega al último aclarado, que es cuando tiene que dispensar el suavizante, debería llegar tensión a las dos electroválvulas a la vez. En el caso de las lavadoras con tres electroválvulas, en el último aclarado debería llegar solo tensión a la electroválvula del cajetín del suavizante. Si al realizar esta comprobación, vemos que no llega tensión a alguna de las electroválvulas podría existir alguna avería en la placa electrónica, por lo tanto tendríamos que revisar el cableado hasta la placa y comprobar que no haya ningún componente quemado en ella.
Las electroválvulas también pueden presentar otro tipo de avería, que consiste en que su membrana interna se endurece impidiendo así el paso del agua correctamente. En este caso seria necesario sustituir las electroválvulas por unas nuevas para solucionar el problema.
Para sustituir las electroválvulas primero tenemos que sacar con la ayuda de un alicates las abrazaderas de presión que sujetan los tubos. A continuación soltamos los tubos fijándonos en su posición para colocarlos en las nuevas electroválvulas de la misma forma. Después de sujetar los tubos con las abrazaderas fijaremos las electroválvulas a la carcasa de la lavadora de la misma forma que estaban originalmente. En este caso introduciremos primero la parte de abajo, y seguidamente tiraremos de ellas hacia arriba para que queden bien sujetas por la pestaña. Por último solo queda conectar las conexiones.
A continuación enroscaremos la manguera de agua en ambos extremos. Después de asegurarnos que las roscas de la manguera están bien apretadas ya podremos abrir el grifo de agua. Echaremos suavizante en el cajetín correspondiente sin sobrepasar el nivel máximo, ya que si sobrepasamos ese nivel el suavizante se dispensará antes de tiempo. Para comprobar su funcionamiento seleccionamos un programa de aclarado y ponemos la lavadora en marcha. Llegado el último aclarado veremos que la lavadora comenzará a echar agua en el cajetín del suavizante haciendo que se dispense correctamente.