Cuando un frigorífico no enfría, e incluso poniendo su termostato al máximo no se escucha el funcionamiento del motor, esto puede deberse a un fallo en el termostato. Si por el contrario, sí se escucha el funcionamiento del motor pero aún así no enfría lo suficiente, entonces el problema será falta de gas.



A continuación os muestro un vídeo con todo el proceso de cómo se comprueba y se substituye un termostato de un frigorífico.



Primero, desmontamos la carcasa en la que se encuentra el termostato. Dentro de la carcasa, además del termostato, podemos encontrar el portalámparas con la bombilla que ilumina el interior del frigorífico y un pulsador que acciona la bombilla en el momento que se abre la puerta. A este compartimiento  llegan 4 cables, además de la sonda de temperatura del termostato:

Azul (Neutro).

Marrón (Fase).

Negro (Motor).

Verde-Amarillo (Toma de tierra).

En el mercado hay una gran variedad de termostatos, pero la mayoría siguen un mismo esquema de funcionamiento. Un termostato funciona como un interruptor, abriendo o cerrando el paso de corriente al motor dependiendo de la temperatura en el interior del frigorífico. Los termostatos más comunes tienen 3 contactos numerados:

2-6 (cable marrón, entrada corriente).

4 (cable negro, salida corriente motor).

3 (cable marrón, salida corriente bombilla).

Existen también termostatos con solo 2 terminales (entrada y salida), en este caso el cable de alimentación de la bombilla está puenteado directamente con el de entrada del termostato.

1º Para comenzar con las comprobaciones, utilizaremos un voltímetro en la escala de corriente alterna (V~), y comprobaremos si tenemos voltaje entre el neutro (cable azul) y la fase (cable marrón, terminal 2-6 del termostato).

2º A continuación, con el frigorífico encendido y el termostato en el máximo, comprobaremos si tenemos salida de corriente en los terminales 3 (bombilla) y 4 (motor). En este caso (ver vídeo) el termostato está defectuoso, ya que tenemos salida de corriente hacia la bombilla pero no hacia el motor. (En este experimento se ha procedido a desconectar la bombilla para conseguir la máxima calidad de imagen en el vídeo).

3º Después de desenchufar el frigorífico de la red eléctrica, anotamos la posición de los cables del termostato y los desconectamos.

4º Hay otra forma de comprobar un termostato, una vez desconectados todos los cable, utilizando un polímetro en la medición de continuidad, con el termostato en el máximo, comprobamos si hay continuidad entre sus terminales. De esta forma comprobamos lo mismo que vimos en la prueba anterior (ver vídeo), hay continuidad entre el terminal 2-6 (entrada corriente termostato) y el terminal 3 (salida corriente bombilla), pero no entre el terminal 2-6 y el terminal 4 (salida corriente motor).

Aunque durante la medición de un termostato obtengamos unos valores correctos, esto no quiere decir que tenga un funcionamiento correcto. El fallo más común de un termostato es que se quede bloqueado, por lo que en momentos podemos ver que nuestro frigorífico enfríe demasiado y en otros que incluso se llegue a descongelar. Si observáis este funcionamiento anormal en vuestro frigorífico, os aconsejo sustituir el termostato por uno nuevo.

5º Otra comprobación que podemos realizar en un termostato, es comprobar si existe una derivación entre el chasis (toma de tierra) y sus terminales. Para ello utilizamos el polímetro en la medición de resistencia, colocando una de las puntas de prueba en cualquier lugar del chasis del termostato y con la otra vamos tocando cada uno de sus terminales. Si en alguna de las mediciones obtenemos un valor diferente de infinito (es decir, un valor de resistencia bajo), esto quiere decir que existe una pequeña derivación, pudiendo ocasionar que salte el diferencial de nuestra vivienda.

6º Para sustituir el termostato, sacamos el mando para poder desenroscar la tuerca que lo sujeta.

7º Sacamos también la sonda de temperatura del termostato. En algunos modelos puede estar sujeta por una pequeña tapa en la pared posterior del frigorífico.

8º Introducimos la sonda del nuevo termostato hasta que haga tope. Es muy importante colocarla en la misma posición para garantizar el correcto funcionamiento del termostato.

9º Introducimos el nuevo termostato en la carcasa, asegurándonos de colocarlo en la misma posición que el que acabamos de sacar, lo sujetamos con la tuerca y colocamos el mando para poder regular la temperatura.

10º Ahora veremos que si realizamos las mismas pruebas en el termostato nuevo, tendremos continuidad entre todos sus contactos. Por lo tanto tendremos salida de corriente hacia la bombilla y hacia el motor. Poniendo el termostato en la posición 0 (apagado), no puede haber continuidad entre ninguno de los terminales, por lo tanto, no tendremos salida de corriente ni para la bombilla ni para el motor.

11º Después de montar el termostato y realizar las pruebas necesarias, conectaremos los cables en las mismas posiciones que estaban en el termostato defectuoso.

12º Comprobaremos también el correcto funcionamiento del pulsador que acciona la bombilla, ya que si permanece demasiado tiempo encendida o no se apaga, debido al calor que desprende la bombilla al estar encendida, aumentaría la temperatura en el interior del frigorífico.

13º Si la sonda del nuevo termostato es más larga, la sobrante la podemos dejar envuelta dentro de la carcasa teniendo cuidado de no doblarla demasiado ni romperla, y también que no toque los terminales del termostato.

14º Colocamos la carcasa del termostato en su lugar (asegurándonos de que coincidan sus anclajes), y la sujetamos con el tornillo.

15º Para finalizar, comprobamos el funcionamiento del frigorífico.

 

 

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