Si observamos que nuestro congelador funciona continuamente y comienza a hacer demasiado hielo en su interior, o por el contrario, no funciona y se están descongelando los alimentos, lo primero que debemos hacer es revisar el termostato.
A continuación os dejo un vídeo con todo el proceso de comprobación y sustitución del termostato de un congelador.
1º Si funciona continuamente, deberíamos comprobar que no tengamos la tecla de súper activada.
2º Graduamos el termostato al mínimo (suficiente para mantener los alimentos congelados) y comprobamos si se apaga el motor. Si no se apaga, probablemente tengamos el termostato estropeado.
3º Para poder comprobarlo, sacamos la tapa del motor, desenchufamos el congelador y a continuación sacamos la tapa que sujeta el termostato.
4º La mayoría de termostatos tienen 4 cables: Un cable de entrada de corriente (terminal 3), otro de salida al motor (terminal 4), otro para la luz de alarma (terminal 6), otro de tierra conectado a la carcasa del termostato, y una sonda de temperatura hacia el interior del congelador.
5º Después de marcar la posición de todos los cables, los desconectamos.
6º Ponemos el termostato en la posición de encendido y con un polímetro comprobamos la continuidad entre los terminales 3 y 4, estando bien tiene que haber continuidad. Ahora, con el termostato en la posición 0 (apagado), volvemos a comprobar la continuidad. En esta posición no tiene que haber continuidad. Si no da estos valores, tendríamos que cambiar el termostato. Aunque en el momento de la medición dé esos valores, el fallo más común de un termostato es que quede bloqueado por momentos, por lo que será necesario observar el funcionamiento del congelador durante un tiempo, y se vemos que funciona demasiado tiempo, o por el contrario, si permanece mucho tiempo parado, será necesario cambiar el termostato.
7º Para cambiar el termostato, primero sacamos el mando y luego, con unos alicates sacamos, la tuerca que lo sujeta.
8º Sacamos la sonda de temperatura. Si vemos que al tirar de ella no sale, tendremos que mirar que no esté sujeta por una tapa en el interior del congelador. En ocasiones incluso puede estar congelado el tubo en el que se encuentra la sonda, siendo necesario esperar a que descongele para poder retirarla.
9º Colocamos el termostato nuevo en la misma posición en la que estaba el que acabamos de sacar. Apretamos la tuerca y colocamos el mando.
10º Introducimos la sonda de temperatura por el tubo hasta que haga tope. Si nuestro congelador llevase la sonda sujeta por una tapa en el interior del congelador, tendríamos que introducirla en el congelador, adaptarla a la tapa, y apretarla con los tornillos.
11º Conectamos los terminales al nuevo termostato.
12º Colocamos la tapa que sujeta el termostato en su posición.
13º Encendemos el congelador. Es probable que después de cambiar el termostato se encienda la luz roja (alarma) mientras que la sonda de temperatura no alcanza la temperatura que hay en el interior del congelador.
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